Ombú



Nombre común: 
Ombú.

Otros nombres comunes:
bellasombra, 
umbú (en Portugués), 
imboú (en Guaraní).

Nombre científico: Phytolacca dioica (Phytolacca viene del griego «phytón» que significa planta; y del hindú «Lacca»: por el poder colorante de sus frutos. «Dioica»: algunos poseen flores femeninas y otros masculinas).

Hábitat autóctono: Sur de Brasil, Paraguay y Uruguay. Autóctono de los montes del nordeste argentino y el noreste de Buenos Aires (hasta el Partido de Magdalena).

Descripción: Mide de 8 a 20 metros. Tronco gigante. Raíces visibles y enormes. Ramas robustas y copa globosa. Sus hojas suelen caerse con los fríos fuertes (caduca). Florece en el verano y sus frutos amarillos suelen llenar el suelo para el otoño. En su hábitat natural (bosques y selvas del noreste argentino) presenta un tronco alto y más fino porque junto a otros árboles se eleva para recibir la luz del sol.

Usos: su densa copa regala sombra a los animales y fue alivio para el gaucho y el aborigen. Hace más firmes a los suelos. Se lo planta en plazas (siempre alejado de otros árboles) pues sus increíbles raíces imitan toboganes y escondites. No sirve como leña pues tiene tronco pero no madera. Es muy conocido en la medicina popular. Las ceniza de la corteza tiene potasa que se emplea en la fabricación de jabón. En Corrientes, algunos hacheros curan sus heridas con hojas de ombú y ceniza de ramas. De noche. atrae a las mariposas.

Reproducción: Dejar secar al sol a los frutos caídos en el suelo, y sembrar las semillas con una fina capa de tierra.

Curiosidades: muchos botánicos se preguntan si es un árbol o una hierba gigante. Para el grupo que investigó al Ombú es un árbol pues posee un tronco y una enorme copa alejada del suelo, aunque no posea madera dura.
Es posible que plantines o semillas llegaran en carreta a Buenos Aires por la ruta que nos unía con Paraguay. En 1784, hace muchos años, el investigador Félix de Azara viaja desde Buenos Aires hacia Paraguay. Al llegar a Pilar escribe: «no ofrecen estos campos eminencias ni valles, todos son casi horizontales, sólo se ve algún ombú que sirve de sombreaje...». En Manzanares sobreviven tres Ombúes históricos que aparentemente formaban parte de un «Camino Real» organizado por los españoles. Uno atrás de la escuela primaria (ver tapa) y otro en la curva de la entrada al pueblo (foto de arriba).
El vecino Alejandro Salas nos ubicó otro gigante a continuación del camino de casuarinas, mano izquierda, en la Finca Gaete. El camino iba de Córdoba a Luján y se plantaban estos enormes árboles como señales para no perderse.

3 comentarios:

jacaranda dijo...

Ese Ombu lo conocemos!!!!!

Anónimo dijo...

me gustan mucho.

Anónimo dijo...

ese ombu ya estaba cuando llegamos en el año 1970. Los felicito.Javier.